sábado, 22 de noviembre de 2008
sábado, 8 de noviembre de 2008
domingo, 27 de enero de 2008
viernes, 25 de enero de 2008
Del Teocentrismo al Antropocentrismo
Según avanza la Edad Media se pasa de la visión inicial Teocéntrica de la vida en la que Dios está presente en cada instante por lo que todo gira alrededor de esta idea, a una concepción Antropocéntrica a finales del Medievo, donde el centro vital gira en torno al ser humano.
Mientras prevaleció la creencia de Dios como algo sobrenatural entroncado en cada paso de la vida la muerte se entendía como un acceso a la ETERNIDAD que requería el tránsito previo por la vida terrenal con lo que el fin de esta etapa, la muerte, se aceptaba con serenidad y resignación.
En la Baja Edad Media hay un cambio y se empieza a vivir la muerte como final, como privación de los placeres terrenales: SUFRIMIENTO en la conciencia individual con respecto a la muerte, soledad también porque cada persona tiene que afrontar su propio final.
Se vive el cuerpo como algo impúdico y el tema de la descomposición se convierte en una alusión recurrente; incluso a los monjes se les pedía, por ejemplo, que visualizaran su propia muerte, especialmente el progresivo estado de putrefacción de su cadáver...
Surgen LOS LIBROS DE LOS MUERTOS.
Mientras prevaleció la creencia de Dios como algo sobrenatural entroncado en cada paso de la vida la muerte se entendía como un acceso a la ETERNIDAD que requería el tránsito previo por la vida terrenal con lo que el fin de esta etapa, la muerte, se aceptaba con serenidad y resignación.
En la Baja Edad Media hay un cambio y se empieza a vivir la muerte como final, como privación de los placeres terrenales: SUFRIMIENTO en la conciencia individual con respecto a la muerte, soledad también porque cada persona tiene que afrontar su propio final.
Se vive el cuerpo como algo impúdico y el tema de la descomposición se convierte en una alusión recurrente; incluso a los monjes se les pedía, por ejemplo, que visualizaran su propia muerte, especialmente el progresivo estado de putrefacción de su cadáver...
Surgen LOS LIBROS DE LOS MUERTOS.
jueves, 24 de enero de 2008
Religión y Cultura ante la muerte
¿Podríamos decir que la muerte es UNA REALIDAD SIN REPRESENTACIONES?
La concepción que tenemos sobre la muerte es algo totalmente cultural. Para poder construir la propia y personal es necesario estudiar, investigar y conocer cómo se vive este tema en distintas culturas, reflexionar, mirar cada persona hacia sí misma y analizar sentimientos, temores, emociones...
Obviamente, quien tenga una idea encorsetada de la vida tendrá igualmente una idea encorsetada de la muerte.
El miedo patológico, el que provoca sufrimiento, proviene de la negación de la realidad, de algo que está ahí pero que no queremos aceptar, ni siquiera ver; es precisamente ese empeño en esconderlo el responsable de que cuando surja (y estar, está ahí, por lo que siempre acabamos dándonos de bruces con ello) nos llene de angustia y sufrimiento.
La concepción que tenemos sobre la muerte es algo totalmente cultural. Para poder construir la propia y personal es necesario estudiar, investigar y conocer cómo se vive este tema en distintas culturas, reflexionar, mirar cada persona hacia sí misma y analizar sentimientos, temores, emociones...
Obviamente, quien tenga una idea encorsetada de la vida tendrá igualmente una idea encorsetada de la muerte.
El miedo patológico, el que provoca sufrimiento, proviene de la negación de la realidad, de algo que está ahí pero que no queremos aceptar, ni siquiera ver; es precisamente ese empeño en esconderlo el responsable de que cuando surja (y estar, está ahí, por lo que siempre acabamos dándonos de bruces con ello) nos llene de angustia y sufrimiento.
lunes, 21 de enero de 2008
¿Empezamos a pensar?
Ahora que parece que el proceso de subir de YOUTUBE vuelve a ser exitoso, vamos a aprovechar para poner alguna cosilla por aquí
lunes, 14 de enero de 2008
Cambios rápidos y constantes
Bueno, si no consigo ni subir este video que he tomado directamente de YouTube, ya sí que me rindo y aparco el tema hasta mejor ocasión.
Lo he elegido sobre todo porque entiendo que el ritmo del montaje representa a la perfección los cambios tan bruscos y rápidos que en esta nuestra sociedad de la información estamos viviendo gracias a la tecnología. Y que es justo este uno de los puntos más importantes sobre los cuales reflexionar para entender el desconcierto que nos rodea, la inseguridad, algunos temores...
Lo he elegido sobre todo porque entiendo que el ritmo del montaje representa a la perfección los cambios tan bruscos y rápidos que en esta nuestra sociedad de la información estamos viviendo gracias a la tecnología. Y que es justo este uno de los puntos más importantes sobre los cuales reflexionar para entender el desconcierto que nos rodea, la inseguridad, algunos temores...
domingo, 13 de enero de 2008
Aproximación al tema de la muerte en educación
El final de la película EL SÉPTIMO SELLO me transmitió cierta sensación de serenidad, como si el Director hubiera querido envolver el mensaje en un manto de aceptación tranquila del inevitable final al que está abocado todo ser vivo.
Aun siendo Danza de la Muerte también, a mi entender la escena final tiene poco que ver con los murales que en otro momento de la película vemos plasmados por un pintor en las paredes de una iglesia: el paisaje al aire libre, la colina, y sobre todo la interpretación que de lo que está viendo hace el superviviente José, creo que descargan a esta secuencia final del acento tan sombrío, oscuro, tétrico que se desprende tanto de las figuras dibujadas en los murales como del ambiente que se respira a lo largo de la mayor parte de la película.
Lo más difícil de digerir emocionalmente para mí ha sido la secuencia de los flagelantes: el dolor buscado, provocado voluntariamente, infligido con premeditación [masoquismo, sadismo, crueldad, martirio…] es la faceta del comportamiento humano que más difícil de entender y asimilar me resulta, por lo que este tipo de escenas me provocan un desasosiego muy grande.
Globalmente, entiendo que la película retrata una sociedad tan temerosa de la muerte que se incapacita a sí misma para vivir.
El personaje de la muerte, sin embargo, aun siendo distante, aséptico, no me ha parecido frío. La expresión de su rostro en ningún momento deja de ser serena, plácida e incluso se permite alguna sonrisa cómplice de vez en cuando. Diría que se presenta como un compañero de viaje que está ahí para hacer de guía cuando, más tarde o más temprano, te toque cruzar la Laguna Estigia. Triste sí, doloroso también, pero no angustioso: juega un poco contigo [¿quién no ha vivido alguna situación en la que posteriormente te das cuenta de que una “chiripa” te ha salvado de ir a parar a la barca de Caronte?], pero mientras tanto TE DEJA VIVIR si realmente así lo quieres.
Aun siendo Danza de la Muerte también, a mi entender la escena final tiene poco que ver con los murales que en otro momento de la película vemos plasmados por un pintor en las paredes de una iglesia: el paisaje al aire libre, la colina, y sobre todo la interpretación que de lo que está viendo hace el superviviente José, creo que descargan a esta secuencia final del acento tan sombrío, oscuro, tétrico que se desprende tanto de las figuras dibujadas en los murales como del ambiente que se respira a lo largo de la mayor parte de la película.
Lo más difícil de digerir emocionalmente para mí ha sido la secuencia de los flagelantes: el dolor buscado, provocado voluntariamente, infligido con premeditación [masoquismo, sadismo, crueldad, martirio…] es la faceta del comportamiento humano que más difícil de entender y asimilar me resulta, por lo que este tipo de escenas me provocan un desasosiego muy grande.
Globalmente, entiendo que la película retrata una sociedad tan temerosa de la muerte que se incapacita a sí misma para vivir.
El personaje de la muerte, sin embargo, aun siendo distante, aséptico, no me ha parecido frío. La expresión de su rostro en ningún momento deja de ser serena, plácida e incluso se permite alguna sonrisa cómplice de vez en cuando. Diría que se presenta como un compañero de viaje que está ahí para hacer de guía cuando, más tarde o más temprano, te toque cruzar la Laguna Estigia. Triste sí, doloroso también, pero no angustioso: juega un poco contigo [¿quién no ha vivido alguna situación en la que posteriormente te das cuenta de que una “chiripa” te ha salvado de ir a parar a la barca de Caronte?], pero mientras tanto TE DEJA VIVIR si realmente así lo quieres.
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